Bank of America niega denuncia de fraude: el cliente se defiende


Uno de los bancos más grandes de EE. UU., Bank of America, ha sido objeto de escrutinio después de que, según informes, se negó a reembolsar a un cliente al que le robaron dinero en efectivo de un cajero automático. El incidente atrajo la atención de los medios cuando el cliente, Kyle Fischer, compartió su historia con los medios de comunicación locales.
Denegación de reclamación por fraude
Fischer notó que el dinero había desaparecido misteriosamente de su cuenta y alertó rápidamente al departamento de fraude del banco. Sin embargo, se sorprendió al recibir una carta negando su reclamo y acusándolo de haber hecho el retiro él mismo. El banco afirmó tener pruebas de la participación de Fischer y se ofreció a enviarle las pruebas.
Imagen del culpable
Fischer solicitó con entusiasmo ver la evidencia y le enviaron una imagen de otra persona retirando efectivo de un cajero automático. Inmediatamente reconoció que la persona de la foto se parecía poco a él. Al darse cuenta de que lo estaban acusando falsamente, Fischer buscó ayuda de los medios de comunicación para exponer el trato injusto del banco.
Intervención de los medios
ABC7 News investigó el caso y coincidió en que la fotografía proporcionada por el banco no coincidía con la apariencia de Fischer. Después de que los medios se involucraron, Bank of America revocó su decisión, reabrió el caso y devolvió la cantidad total de 1.640 dólares que le habían robado a Fischer.
La respuesta del banco
Tras la reversión, Bank of America emitió una breve declaración reconociendo la gravedad del robo de identidad y enfatizando su compromiso de mejorar la experiencia del cliente. Sin embargo, el banco no reveló cómo logró el delincuente acceder a la cuenta de Fischer.
Técnica inusual de cajero automático
El incidente genera preocupación sobre la seguridad de los cajeros automáticos. A principios de este año, una técnica conocida como método de "pegar y golpear" afectó a los clientes de Chase Bank. Este método implica inyectar pegamento en el lector de tarjetas, lo que obliga a los clientes a utilizar la función de intervención inalámbrica para acceder a sus cuentas. Desafortunadamente, esto permite a los ladrones continuar realizando transacciones hasta que el usuario cierra la sesión, dejando a los clientes desprevenidos vulnerables al robo.
La teoría de Fisher
Fischer cree que el ladrón le robó el dinero del cajero automático en dos ocasiones distintas. Sospecha que el banco asumió erróneamente que el culpable de la fotografía proporcionada era él sin realizar una investigación exhaustiva.
Conclusión
Este incidente resalta la importancia de que los bancos tomen en serio el robo de identidad e investiguen exhaustivamente las denuncias de fraude. Los clientes deben permanecer atentos al utilizar los cajeros automáticos e informar inmediatamente cualquier actividad sospechosa. Es crucial que los bancos mejoren continuamente sus medidas de seguridad para proteger los fondos de sus clientes.
Noticias relacionadas
